En cercanías de la ciudad de Buenos Aires, la policía encuentra los cadáveres de dos primas, desnudas, muertas en la bañera de su domicilio. Los cuerpos presentan un espantoso estado de descomposición de al menos seis semanas, hinchados y sumergidos en una sustancia espesa de fauna cadavérica. El caso se presenta complejo desde un inicio, pero el misterio aumenta cuando la primera testigo asegura haber visto a las fallecidas con vida apenas dos días antes del hallazgo.